14 abril 2011


He terminado de leer “El Evangelio según Jesucristo” de Saramago. Muy apropiado para los días que están por llegar. Una vez más volveremos a revivir la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Es como uno de esos capítulos de Mentes criminales que repiten hasta la saciedad en FDF, sabemos qué va a pasar, quién es la víctima, quién el asesino pero seguimos viéndolo una y otra vez. Con lo que le pasó a este pobre hombre que vivió hace tantísimos años ocurre lo mismo; año tras año reconstruimos la escena del crimen, hacemos un perfil psicológico del “sudest” (bonito palabro), paso a paso reproducimos las torturas, vejaciones y muerte de este Señor, pero la gente sigue emocionándose, alaban la cara de dolor de la imagen del Nazareno, “que parece que se le oye gritar”, le dicen Guapo!! Y se conmueven con los lagrimones que lleva la Virgen en el rostro, que si los vendiésemos al peso comería una familia durante una semana. Cómo gusta el morbo; mira tú que religión que venera la cruz, un instrumento de tortura, ¿os imagináis al gobernador de Texas con una silla eléctrica en miniatura colgada al cuello?

Y qué decir del asesino de Jesús, porque fue uno sólo, no los romanos, ni los judíos, fue uno sólo, ese Dios al que adoran los que adoran a Cristo como hijo de Dios. Tiene mala sombra este Ser que hace venir al mundo a su hijo sólo para sacrificarlo por puro egoísmo:

“Ya íbamos bastante avanzados, pero aún no hemos entrado en lo esencial, dijo Dios, y dirigiéndose a Jesús, Este es el Diablo, de quien hablábamos hace un momento. Jesús miró a uno, miró luego a otro y vio que, salvo las barbas de Dios, eran como gemelos. (…) Desde hace cuatro mil años, soy dios de los judíos (…) sigo siendo el dios de un pueblo pequeñísimo que vive en una parte diminuta del mundo (…) dime, tú hijo mío, si puedo vivir satisfecho teniendo esta, por así llamarla, vejatoria evidencia todos los días ante los ojos: Yo no he creado ningún mundo, no puedo valorarla, dijo Jesús, Es verdad, no puedes valorarla, pero si puedes ayudar, Ayudar a qué, A ampliar mi influencia para ser Dios de mucha más gente”

Se las trae el Padre….Pero me gusta la Semana Santa, happening excesivo y barroco, que riete del cine 3D de Cameron, esto si que es cine, no en 3D, si no en 4D, por que en la de Cameron faltan los olores y en esta película que montamos cada año nos deleitamos con la fragancia de las flores, el olor de la cera derretida y los efluvios a sobaquina de la concurrencia, todo mezclado puede perforar las vías nasales de cualquiera, pero ahí estamos, aguantando como buenos figurantes.

“Entonces comprendió Jesús que vino traído al engaño como se lleva al cordero al sacrificio, que su vida fue trazada desde el principio de los principios para morir así, y, trayéndole la memoria el río de sangre y sufrimiento que se su lado nacerá e inundará toda la tierra, clamó al cielo abierto donde Dios sonreía, Hombres, perdonadle, porque él no sabe lo que hizo. Luego se fue mueriendo en medio de un sueño”

Y después viene el Domingo de Resurrección, pero esto ya interesa poco, la gente no dice “Mira que cara de alegría tiene Jesús por haber resucitado, si parece que se ríe de verdad”, más parece que les de rabia por haber terminado la semana de la tortura y el dolor, y sin apenas hacer caso al Resucitado ya empiezan a prepararse para volver a matarlo el próximo año.

“Pasados unos días, Jesús se unió con los discípulos, y María de Magdala fue con él, Miraré tu sombra si no quieres que te mire a ti, le dijo, y él respondió, Quiero estar donde mi sombra esté, si es allí donde están tus ojos”

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