Este es el libro, de María Antonia Iglesias, que leo en este momento.
El párrafo que inicia la línea 15 de la página 123 dice así:
“La mujer valiente que sacó a sus hijas adelante. La mayor, Pacita, se fue a servir a Oviedo con la condición de que no la pagaran, sino que la dejaran estudiar; y fue a parar a casa de un señor que era maestro, que daba clases por la tarde, y ella por la tarde asistía a clases, y así se hizo maestra. Cuando se hizo maestra, volvió a Besullo y entonces estudió mi madre y, cuando mi madre terminó estudió mi tía Guillermina, y así estudiaron las tres”
Este libro, como tantos otros leídos sobre la vida cotidiana de personas que defendían el progreso, la democracia…., me resulta doloroso. Me pregunto qué pensarían aquellos maestros y maestras represaliados que tuvieron la ¿suerte? de conservar la vida y, tras no pocos esfuerzos y súplicas a Vuestra Ilustrísima, recuperar su puesto de trabajo, cuando debían enseñar la doctrina de aquel régimen de tendencias “analfabetistas”, cuando se viesen obligados a trabajar con libros de texto donde se hablaba de la reciente historia de España en estos términos:
LA REPUBLICA
“El mismo día 14 se hizo cargo del Poder un Gobierno Provisional presidido por don Niceto Alcalá Zamora. En este gobierno entraban representantes del partido socialista y de todos los partidos republicanos.
La República fue recibida con miedo y desconfianza por la opinión sana de España. Y, efectivamente, antes del mes de su implantación, el populacho, alentado por sus jefes y no contenido por las autoridades, inauguró una era tristísima de robos, incendios y sacrilegios, quemando iglesias y conventos en Madrid, Málaga, Alicante y otras poblaciones. Y desde entonces, ¡cuánto dolor y cuántos desastres ha traído a España la República!
En las elecciones a diputados que se celebraron enseguida hubo una abstención casi general de las derechas, que se veían acosadas y perseguidas. Y de tales elecciones salieron unas Cortes rabiosamente izquierdistas que arremetieron contra toda la tradición española, haciendo una Constitución de tipo persecutorio que no satisfizo a nadie y que los propios Gobiernos republicanos estuvieron quebrantando sin cesar.
Para completar la Constitución se dictaron otras leyes tan desdichadas como ella. Las principales fueron el Estatuto de Cataluña, que vino a romper la indisoluble unidad de España, concediendo a aquella región Parlamento, Gobierno y leyes distintas a las del resto de la Patria; y la ley de Confesiones y Congregaciones religiosas, que pretendió aprisionar el sentimiento católico de España negando a la Iglesia todo derecho, prohibiendo a las Ordenes religiosas la enseñanza y toda libertad y disolviendo la Compañía de Jesús, de cuyos bienes se apoderó la República. (…) Y es, que LA MASONERIA ESTABA MUY ARRAGIGADA EN LA REPUBLICA (…) De este modo pudieron triunfar entonces nominalmente las izquierdas, las cuales cogieron el Poder llenas de rabia y amenazando con el establecimiento de una feroz dictadura del proletariado, al estilo de Rusia. (…) Y ENTONCES, CUANDO YA TODOS LOS MEDIOS LEGALES ESTABAN AGOTADOS, SURGIÓ EL HOMBRE, EL SALVADOR, EL CAUDILLO. El General Franco, la figura más prestigiosa del Ejercito, militar de una historia limpísima, de un talento extraordinario y de un recio y varonil amor a su Patria, levantó contra un Gobierno traidor a España las fuerzas de Canarias y de Africa (…) El gobierno rojo, atizado por Rusia, sintió que se le escapa su presa. (…) y abrió las puertas de las cárceles a todos los presos: asesinos, ladrones, etc. (…)
El día 1º de abril de 1939, el Generalísimo firmó el último parte de guerra, declarando que ésta había terminado y que en España reinaba la paz.
De esta prueba dolorosa y gloriosa salió ESPAÑA UNA, GRANDE, LIBRE”
Copiado de un libro de texto de Historia de España de principios de los 60. Las negritas y la mayúsculas aparecen, tal cual, en el texto.
La retórica de este escrito ¿no os resulta conocida?, realmente ¿han pasado casi 50 años desde este escrito?